Hace poco leía la noticia de que han demandado , nada menos que a Apple, por no compensar por el sobreesfuerzo laboral.
El caso es que la explotación empresarial es una práctica muy habitual en España, y particularmente en el mundo de los servicios informáticos, donde es frecuente pedir al empleado sobreesfuerzos no compensados como trabajo fuera de horas, fines de semana o en períodos vacacionales -incluso con algo aparentemente inócuo como llevar un teléfono siempre abierto encima-.
Normalmente la retórica corporativa típica viene a decir que 'eso ya está incluído en el sueldo', que 'este trabajo es así', o que 'hay que ser profesionales'. Pero al final, hay alguien que sí se está beneficiando de ese tipo de sobreesfuerzo de forma doble: Por una parte no necesita contratar personal extra para llevarlo a cabo, y por otra no paga o compensa de forma adecuada (a veces de ninguna manera) al personal que acaba haciendo horas extras (que no existen porque nadie las paga o reconoce, pero sí se trabajan) y perdiendo tiempo personal.
Aún tenemos mucho que avanzar, tanto las compañías como los empleados, para aprender a valorar nuestro tiempo y el de los demás. Al fin y al cabo, nuestro tiempo es lo más importante que tenemos, y regalarlo es una falta de respeto para nosotros mismos y un acto de poca profesionalidad (alguien que se define como profesional, cobra por el tiempo que trabaja)
Profesionalidad.
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