Hace poco he recibido esta amena explicación, aparecida en el blog de Nacho Giral, del por qué nos afecta la crisis hipotecaria de americana:
http://www.nachogiral.com/2008
Está fantásticamente explicado, y bastan unos minutos para apreciar con claridad la magnitud del embrollo.
La crisis de las hipotecas en E.E.U.U. y por qué nos afecta.
El guionista.
Ha muerto Rafael Azcona, una persona totalmente desconocida para mí justo hasta ayer por la noche. Se trata simplemente de mi incultura, o mi falta de retentiva, o quizás también de lo poco que estamos acostumbrados a apreciar el trabajo de los guionistas incluso en aquellas películas que nos gustan.
Pero ayer, al volver hacia casa después del trabajo, y encender la radio del coche como tengo por costumbe, escuché la noticia. Los informativos coreaban su nombre, dando a entender la importancia que éste profesional de la escritura había tenido en el cine patrio. En el corto trayecto hasta mi domicilio, me dio tiempo a escuchar una reseña de su vida profesional, e incluso un pequeño fragmento de una entrevista.
Resulta que este señor ha sido el guionista de, entre otras, una película fantástica que debería ser de proyección obligada en las aulas como parte de la asignatura de historia de este país: El Verdugo.
Por supuesto, no es el único implicado en la película. Su director, Luís García Berlanga, José Isbert, la no hace mucho fallecida Emma Penella.... Todos, en mi humilde opinión, en estado de gracia, delante y detrás de las cámaras. Una película redonda, rebosante de humor negro, de angustia vital, de humanidad y miseria, de esas que hacen reir, y también reflexionar.
El caso es que en esa película no sólo encontramos una historia muy bien contada, sino también una ventana a la España de principios de los 60. Que a la vista de la misma, puede que el lapso temporal parezca ahora una eternidad, pero era el país al que le quedaban poco más de diez años para entrar en la democracia. Y efectivamente, nos muestra una sociedad con un pie en los 70, pero con el otro en una maraña de costumbres y afectaciones que la lastraban de forma determinante.
Hasta siempre, señor Azcona.
Cualquier día es bueno para empezar.
Ya hacía tiempo que me rondaba por la cabeza la idea de empezar un blog para ir contando lo que se me fuera ocurriendo. Hoy ha sido el día: Un apático lunes, con su tarde de sofá e Internet, de caja tonta y de descargar fotos de la semana santa.
Hace cosa de una hora me he conectado a Blogger, y he comenzado el proceso de alta de mi 'blog'. Es realmente fácil, todo el proceso no debería llevar más de dos minutos mal contados si ya tienes una cuenta Google y te quieres leer el tutorial y los textos legales. Lo que me ha llevado los 58 minutos restantes ha sido la elección de un nombre.
En una sucesión agotadora de intentos fallidos he probado desde frases de mi niñez hasta referencias literarias, pasando por chascarrillos ingeniosos y otras elucubraciones. Hasta que al final he dado con este 233 º, referencia velada a cierta novela a la que le tengo un cariño especial.
Lo siguiente ha sido explorar las posibilidades de configuración y gestión de la cuenta de Blogger. Y enfrentarme por fin al 'papel electrónico' en blanco, la primera entrada.
En estos momentos no tengo ninguna vocación especial para este blog, salvo la de hablar por hablar y dejar salir aquello que me apetezca contar. Es decir, no nace como un blog temático. Pero nada se descarta de cara al futuro. Supongo que el tiempo irá moldeando lo que serán o no serán estas páginas.
Así que aquí estoy, y bienvenidos seréis todos los que paséis por aquí.