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Cinismo.


A la sazón de la operación de compra de una importante masa de acciones de Repsol por parte de capital ruso, el Sr. Rajoy nos deleitaba con las siguientes declaraciones:

Rajoy tilda de ''inmoral'' la entrada de Lukoil en Repsol y exige que se impida

Y claro, leído esto, lo primero a uno le da por pensar: "¡Qué buen tío este Rajoy, cómo defiende lo nuestro! Si señor, con un par. No les dejamos comprarla y que se jodan, que a ver si vamos a dejar nuestras empresas bandera y nuestros recursos energéticos en taimadas manos foráneas."

Pero claro, uno tiene ese vicio tan pasado de moda de acordarse de las cosas. Y hace no tanto, ese mismo señor Rajoy abogaba porque Endesa fuera comprada por una empresa alemana (E-ON), ni más ni menos, en detrimento de una empresa española (Gas Natural) Y la duda surge... ¿Por que en un caso sí y en otro no? Seguramente porque como decían en un episodio de los Simpsons: "Si hablan alemán, no pueden ser malas personas".

Aunque uno es algo mal pensado, y no puede dejar de barruntar con que el Sr. Rajoy, y su partido en pleno, pueden defender sin que se les suban los colores que una empresa extranjera compre a una española, si le va bien para atacar al gobierno (operación anti OPA de Gas Natural, que al fin y al cabo son catalanes y se ganan votos si se les ataca) Y al poco tiempo no admitir, patriotismo mediante, que una empresa extranjera compre a una española, si también le va bien para atacar al gobierno.

Mesianismo.


No es que no quisiera que ganara él, que lo quería. Y no es que no me parezca todo un logro que por fin un negro pueda acceder a la presidencia de los Estados Unidos, que lo es. Con toda seguridad será un cambio positivo. Y es que lo que sale no aguanta ni la más mínima comparación con lo que entra.

Pero lo que no me gusta de todo esto es la ola de mesianismo que le está envolviendo. Demasiadas esperanzas, demasiados idealismos.

El tiempo lo dirá. Ojalá los pronósticos de los más soñadores se cumplan, y todo esto sea el comienzo de una época brillante de progreso y de avance social y cultural, que buena falta hace. Pero prefiero ser cauto y ver sólo a un hombre, que parece buena persona, que puede que tenga alguna buena idea y que quizás intente cambiar alguna cosa. Por lo demás, me conformo con saber que el que entra no es como el que sale