RSS

Retroceso.

Hoy leía con estupor la noticia de que en la comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre ha firmado con Rouco Varela un fastuoso convenio, según el cual la iglesia católica podrá tener representantes en los comités de ética y en los equipos interdisciplinares de cuidados paliativos de los hospitales. Dichos representantes, si bien de forma no vinculante, podrán exponer sus opiniones en dichos foros acerca de temas tan espinosos como los cuidados a enfermos terminales o abortos en casos de malformaciones.

¿Qué será lo siguiente? Quizás la Iglesia podrá dedicir que escenas de una película no son aptas para nuestros inocentes ojos, o si se podrá servir o no carne los viernes de cuaresma en los restaurantes.

Y... ¿Por qué limitar este acuerdo a la Iglesia Católica? ¿Por qué no se puede incluir en los comités de ética hospitalaria a santones indios, a rabinos o a imanes? ¿Y ya puestos, por qué no a gurús de la iglesia del FSM?

El caso es que la Iglesia es una entidad privada, a la que sus miembros pueden acudir para pedir cuanto consejo crean conveniente, pero que como tal no está legitimada en lo más mínimo para influir en decisiones médicas, y mucho menos en aquellas que se toman con cargo al herario público.

Decisiones como ésta escandalizan por lo que suponen de guiño hacia un pasado oscuro que debería estar superado en una sociedad moderna.

0 comentarios: